Cuando se trata del bombero Sam O'Shea, la ausencia (y un régimen de evasión táctica) me han funcionado perfectamente. Pero cuando la audición de mi vida cae en mi regazo patéticamente arruinado, y él es el único que puede ayudarme a conseguir el trabajo, estoy dispuesta a hacer un trato con el diablo si eso significa que puedo iniciar mi carrera como narradora de audiolibros.
¿El problema? TendrĂamos que, de verdad, hacer el trabajo. Juntos. Y luego nos dicen que es para un romance erĂłtico. ¿Narrar lĂneas candentes en un pequeño estudio con un hombre que enciende un fuego debajo de tu piel? Un riesgo laboral. ¿Incitar accidentalmente un escándalo en la ciudad cuando tus audiolibros erĂłticos terminan en la radio? Una crisis. ¿Y enamorarme del Ăşnico hombre que le prometĂ a mi hermano, y a mi corazĂłn, que no tocarĂa?
Un desastre, y una tentaciĂłn, que no puedo resistir.
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